jueves, 22 de diciembre de 2022

ESPAÑA ECHA UNA MANO A EEUU

10 de mayo de 2018, Pensacola (Florida), las autoridades de la ciudad inauguran una estatua del militar español Bernardo de Gálvez. Es una de las pocas personas a las que el Congreso de EEUU ha otorgado la ciudadanía de honor estadounidense y en 2014 se incluyó un retrato suyo en el Capitolio. Muchos os preguntaréis: ¿quién es este señor y por qué recibe estos honores tan importantes?, ¿qué hace una estatua de un español en medio de Florida? La respuesta a estas y otras preguntas es el objeto principal de este nuevo post.

1-1-1777. Las Trece Colonias[1] norteamericanas llevan ya más de un año y medio luchando contra los británicos en la Guerra de la Independencia de EEUU (1775-1783, allí se denomina Revolución Americana) Las tropas de las Trece Colonias; el llamado Ejército Continental; han logrado algunas victorias: a lo largo de 1776 recuperaron Boston y a finales de ese año, tras cruzar el río Delaware en pleno invierno, derrotan a los “Hessianos”[2] en Trenton, tomando literalmente los cañones enemigos al asalto. Además, el 4 de julio de 1776, el Congreso Continental[3] proclamó la Declaración de Independencia en Philadelphia. Este hecho fundamental, pese a que la guerra empezó el año anterior, supuso la primera piedra de una nueva nación: los Estados Unidos de América. Ya no era una simple rebelión contra el Imperio Británico, era una declaración de guerra en toda regla. Sencillamente, no había marcha atrás.  A pesar de lo anterior, la situación sigue siendo muy delicada. Los británicos han desembarcado tropas en Nueva York y Rhode Island, forzando a George Washington[4] y sus hombres a retirarse.     

Ese mismo enero, Bernardo de Gálvez y Madrid es nombrado Gobernador[5] de Luisiana (territorio español desde 1763, por el Tratado de París) por su antecesor, Luis de Unzaga y Amézaga. Este malagueño (1746-1786) entró al ejército con 16 años y fue ascendiendo rápidamente en el escalafón militar tras combatir en Europa, América y el N de África contra portugueses, apaches y musulmanes. Además de dirigir Luisiana, fue nombrado en 1785 Virrey de Nueva España, completando así una notable carrera militar y política.  Él y Unzaga van a ser protagonistas indiscutibles de la ayuda de España a las Trece Colonias a partir de entonces. Ya desde 1773, Unzaga había empezado a establecer contactos con los rebeldes de las Trece Colonias, creando una red de espías y enviando cargamentos de medicamentos, municiones y suministros a través del río Mississippi. Y no solo eso, sino que su gestión de Luisiana fue novedosa para la época, pues fundó escuelas para blancos, indios y negros (recordemos que en territorio colonial británico eran esclavos sin derechos ni libertades, en los territorios de la Corona Española no, podían tener propiedades o casarse con personas de otra raza), construyó fuertes y defensas e impulsó el comercio en la zona.

En el verano de 1777, barcos británicos apresaron buques españoles en la zona de Florida. Tanto los españoles como los británicos sabían que el choque era inevitable, por ello, una de las primeras tareas de Bernardo de Gálvez fue reforzar las defensas de Nueva Orleans con varias baterías de artillería, cañoneras (pequeños barcos con artillería, para que nos entendamos), y aumentando las levas de reclutamiento de milicianos; negros e indios incluidos. Enérgico, hábil, y experimentado, Gálvez supo desde el principio que había que seguir ayudando a las Trece Colonias; aunque esto condujera a una guerra directa contra Gran Bretaña. Situación que el rey Carlos III de España[6] trataba de evitar a toda costa, pues temía una rebelión en las colonias españolas en Centro y Sudamérica. A pesar de ello, el gobierno del rey apoyó las medidas de ayuda a los norteamericanos, que fundamentalmente siguieron la línea de Unzaga: seguir enviando barcos con dinero, pólvora, uniformes, mantas, y medicinas, entre otros suministros. Fueron muy importantes para el Ejército Continental en un momento crítico.

Mientras tanto, la guerra continuaba en las Trece Colonias. Las tropas continentales derrotan en Princeton a los británicos al inicio de 1777 pero pocos meses después, estos vencen en la batalla de Brandywine. En esta batalla cae gravemente herido uno de los héroes del conflicto: el Marqués de Lafayette. Este francés había acudido a ayudar a los americanos junto con un grupo de oficiales al empezar la guerra. Su rol será fundamental, y se verá confirmado y ampliado cuando en 1778 Francia declara la guerra a Gran Bretaña. Esta igualada situación se rompe en septiembre de 1777.  Los ejércitos Continental (al mando del general Horatio Gates) y Británico (comandado por Burgoyne) chocan en una de las batallas más importantes de la guerra: la batalla de Saratoga. Tras varios días de duros combates y más de 1000 bajas en ambos bandos, los británicos; diezmados, rodeados y sin víveres; se ven obligados a rendirse. 6200 casacas rojas (los americanos llamaban así a los soldados británicos, que vestían de rojo), y aliados alemanes de Hesse y Brunswick son hechos prisioneros. Mención especial al importante papel de guerra de guerrillas que llevaron a cabo los milicianos americanos, atacando constantemente la retaguardia británica y sus líneas de abastecimiento[7]. Ni el general Clinton ni el general Howe, estacionados con sus fuerzas en Nueva York, pudieron enviarle refuerzos ni suministros. Con la importantísima victoria de Saratoga, la guerra empieza a dar un vuelco significativo a favor de los americanos.     

Abro paréntesis, para hacerse una idea medianamente clara de cómo se combatía en esta época, recomiendo ver la película “El Patriota”, de Mel Gibson, que refleja a la perfección las tácticas y armamento de la guerra en este momento histórico. Durante el siglo XVIII y buena parte del siglo XIX, las batallas solían tener lugar a campo abierto. La artillería; que podía ser de distintos calibres; se posicionaba en pequeñas colinas mientras que la caballería (armada con sables, lanzas, carabinas y/o pistolas) y la infantería se situaban en terreno llano. A toque de trompetas, flautines y tambores, los soldados avanzaban en filas rectangulares con el rifle[8] al hombro (funcionaban cargando pólvora y un proyectil de plomo redondo, que salían disparados al accionar el gatillo, que a su vez provocaba una chispa al golpear el percutor), y, a la orden de un oficial[9], se detenían, cargaban y disparaban una salva contra las filas enemigas. La infantería también utilizaba la bayoneta, cuchillos o sables en combates cuerpo a cuerpo. Entre los militares más destacados de esta época están el rey Federico II de Prusia, John Churchill; Duque de Marlborough; o Eugenio de Saboya.   

Volvamos al desarrollo del conflicto. El año 1778 empezó como acabó el anterior, con malas noticias para los ingleses, pues Francia firmó un tratado de alianza con las Trece Colonias y poco después entran formalmente en la guerra. La flota francesa ataca los convoyes británicos, dificultando gravemente la situación del Ejército inglés; aunque la Royal Navy consigue frenar varios desembarcos franceses en sus islas del Caribe. La Guerra de la Independencia de EEUU se extiende. En tierra, George Washington ataca por sorpresa la retaguardia británica en Monmouth, derrotándolos y obligándoles a retirarse casi definitivamente del Norte de las colonias, aunque conservaron Nueva York. España mientras tanto, aunque ayuda a las colonias, se mantiene oficialmente neutral. Espera prudentemente el desarrollo de los acontecimientos. 

Abril de 1779, el embajador español en Londres; Pedro de Luján y Góngora, Marqués de Almodóvar del Río; envía un ultimátum al rey Jorge III del Reino Unido[10] para que cesen los ataques a los barcos españoles. Ante la negativa británica, España le declara la guerra al Reino Unido el 21 de junio de 1779 (previa firma de un pacto secreto con Francia en Aranjuez, los franceses debían de ayudar a España a recuperar Menorca y Gibraltar, en manos británicas desde 1713). La guerra no puede ir peor para los británicos, no solo están siendo desalojados del Norte de las Colonias, sino que además, tienen enfrente a dos grandes potencias: Francia y España. La situación militar española en este momento tiene dos caras, por un lado, el ejército está en proceso de reforma y tiene algunas debilidades, pero la Armada es todavía muy poderosa, moderna y está bien dirigida y equipada. Mientras las islas españolas en el Caribe y Centroamérica se preparan para un inminente ataque británico, Bernardo de Gálvez decide pasar a la ofensiva atacando los fuertes ingleses a lo largo del río Mississippi. Con apenas 700 hombres (soldados regulares españoles, indios, negros, milicianos franceses y norteamericanos: curiosa mezcla de combatientes), cinco barcos de guerra y 10 cañones, conquista rápidamente Fort Bute y Baton Rouge. La campaña es breve y exitosa. Son las primeras acciones militares de España en la guerra. Al mismo tiempo, el ejército británico mejora brevemente su situación: lanza varias ofensivas en el Sur y retiene Savannah ante el asedio francoamericano.

El conflicto, ya extendido totalmente al Sureste de lo que hoy es EEUU, entra en sus últimas fases en 1780, y España va a tener protagonismo, cómo no, de la mano de Bernardo de Gálvez. Ascendido a Mariscal de Campo por sus victorias del año anterior, esta vez reúne una fuerza más potente de hombres, cañones y barcos. ¿El objetivo? Asaltar las posiciones británicas en Florida, cortando sus comunicaciones y vías de suministros, fundamentales en el frente Sur. Florida había sido territorio español desde 1565 hasta 1763, pero en aquel momento estaba en manos británicas. Los españoles avanzan y el 14 de marzo toman Mobile (plaza fuerte bien defendida por los ingleses, a diferencia de las posiciones en el Mississippi) tras varios días de bombardeos. Los británicos trataron de romper el asedio pero finalmente se retiraron.

Inmediatamente después, Gálvez comenzó a preparar la siguiente campaña, mucho más difícil, y de la que hablaré más adelante. En mayo, los británicos decidieron anticiparse y atacaron el fuerte San Luis (en la actual Illinois), que servía de punto de suministro y apoyo del Ejército Continental en Luisiana. A pesar de la enorme inferioridad numérica (210 españoles y franceses contra 300 soldados ingleses y 900 indios[11]), la posición resistió gracias a la destreza de los defensores y a la artillería. Quedaba claro que los británicos no estaban aún vencidos, pues a pesar de la victoria americana en King’s Mountain y el primer desembarco importante francés de tropas en Newport; aún tenían fuerzas suficientes como para seguir luchando.   

1781. Último año de la guerra. El ejército británico cada vez se repliega más ante el avance imparable del Ejército Continental. Tras la derrota de Cowpens, solo el general Cornwallis y sus hombres siguen resistiendo como fuerza principal. Y no solo eso sino que todos los intentos de la Royal Navy de abastecerles fracasan: al año anterior, un enorme convoy naval con 58 barcos de guerra es emboscado en mitad del Atlántico por una fuerza de 43 barcos comandada por el marino español Luis de Córdova y Córdova[12]. 3000 prisioneros, 80000 rifles, 294 cañones, 3000 barriles de pólvora, 1 millón de libras de oro y otras provisiones son capturados. Un auténtico éxito para la causa americana y un completo desastre para los británicos.

Tras varias semanas de preparativos, Bernardo de Gálvez reúne una importante fuerza naval y terrestre y llega en marzo a la ciudad de Pensacola. Comienza el asedio: el 9 de marzo, 7500 soldados españoles y 21 barcos de guerra bloquean la ciudad por tierra y mar, al mismo tiempo la bombardean y cortan las vías de suministro. Frente a ellos, 1800 ingleses e indios al mando del general Campbell. El terreno es complicado y dificulta las operaciones pero Gálvez y sus hombres están decididos a expulsar a los británicos de Florida. Los combates se endurecen, y los soldados españoles finalmente logran entrar (por una brecha) en las defensas y asaltan los principales fuertes de Pensacola, el Fuerte Queen Anne y Fuerte George. El 9 de mayo, Campbell y 1100 hombres se rinden. Los españoles han sufrido más bajas que los ingleses pero han capturado la ciudad. Florida cae definitivamente en manos españolas. Esta es la batalla más importante librada en la guerra por España, y la última. Curiosamente, no ha sido hasta fechas recientes cuando la gente ha empezado a conocer este episodio de nuestra Historia.  

A finales de 1781, George Washington y sus tropas, con apoyo naval y terrestre francés, persiguen y acorralan al general Cornwallis en Yorktown. Sin posibilidad ninguna de recibir refuerzos (la flota francesa destrozó a la británica en la Bahía de Chesapeake) y cada vez más debilitados, Cornwallis y los restos de su ejército; 7600 hombres; se rinden tras dos meses de asedio. En una ceremonia solemne, el comandante británico entrega su espada y sus estandartes. También aquí España aportó su granito de arena, pues aportó importantes fondos para que las fuerzas continentales pudieran seguir recibiendo suministros. La Guerra de la Independencia de EEUU ha terminado, las Trece Colonias ya son libres para organizarse políticamente. Aunque los combates finalizan, no será hasta 1783; y tras dos años de negociaciones; cuando el Reino Unido reconozca oficialmente la independencia de las Trece Colonias como Estados Unidos de América en el Tratado de París. Además, España también sale ganando, recupera Menorca, Florida y las costas de Nicaragua y Honduras. Bernardo de Gálvez fue nombrado Vizconde de Galveston tras la guerra e incluso desfiló junto a George Washington.

Sin duda, la aportación española a la independencia y nacimiento de EEUU fue muy importante. Se enviaron suministros y dinero a los colonos rebeldes desde 1775, y, de la mano de Bernardo de Gálvez, España realizó varias campañas por tierra y mar en Florida, pero también en el Caribe y otros territorios; desgastando a los británicos en varios frentes y cortando sus suministros. En consecuencia, se multiplicaron los esfuerzos ingleses, lo que impidió una mayor presencia de tropas en las Trece Colonias. Sin la enorme y decisiva ayuda de Francia y España, EEUU no hubiera logrado su independencia ni existiría como nación. En efecto, España echó una mano a EEUU.    

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Colonizaci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_de_Am%C3%A9rica

https://es.wikipedia.org/wiki/Hessiano_(soldado)#Guerra_de_Independencia_de_Estados_Unidos

https://www.outono.net/elentir/2018/05/10/pensacola-eeuu-inaugura-un-monumento-a-bernardo-de-galvez-entre-banderas-espanolas/

https://www.abc.es/internacional/abci-florida-espanola-santuario-donde-esclavos-colonias-inglesas-alcanzaban-libertad-202006220225_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.es%2F

https://www.eldiario.es/andalucia/bernardo-galvez-colgara-paredes-capitolio_1_4473642.html

https://en.wikipedia.org/wiki/Long_rifle

https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_de_C%C3%B3rdova_y_C%C3%B3rdova

https://www.elmundo.es/andalucia/2014/05/09/536cb03eca4741861c8b4580.html

 

LÓPEZ FERNÁNDEZ, José Antonio, Join or Die. La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783). Zaragoza, HRM Ediciones, 2019

VVAA, Colección Cascos Históricos, fascículo 43, George Washington. Barcelona, Salvat, 2003

VVAA, Colección Cascos Históricos, fascículo 32, Duque de Wellington. Barcelona, Salvat, 2003

 







 

 



[1] Grupo de colonias británicas fundadas a lo largo de los siglos XVII y XVIII en la Costa Este de lo que hoy es EEUU. Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.  

[2] Soldados extranjeros que combatieron junto a los británicos. De origen alemán (concretamente de Hesse), unos 30000 lucharon a lo largo del conflicto. 

[3] La reunión de los delegados y representantes de las Trece Colonias.

[4] Político, estadista y militar norteamericano (1732-1799). Considerado como el Padre de la Patria estadounidense. Procedente de una próspera familia de granjeros de origen inglés, fue el mayor de seis hermanos. Tras servir en el ejército británico durante la Guerra de los Siete Años, se retiró a su rica plantación. Sin embargo, se unió rápidamente a la rebelión de las colonias contra los británicos, convirtiéndose en su líder político y militar indiscutible. Sus dotes militares fueron claves para ganar la guerra. Tuvo un papel fundamental en la redacción de la Constitución en 1789 y fue elegido primer Presidente de EEUU ese mismo año. 

[5] El Gobernador era uno de los cargos más importantes en aquella época. Era el jefe político y militar de un territorio, además de organizar y dirigir la administración y el comercio.

[6] Rey de España y de las Indias (1716-1788). Hijo de Felipe V de Borbón e Isabel de Farnesio, Carlos fue también rey de Nápoles y de Sicilia y Duque de Parma y Plasencia. Durante su reinado, llevó a cabo numerosas reformas políticas y económicas de calado, dentro del llamado “Despotismo Ilustrado”. En política exterior se vio envuelto en varios conflictos europeos y en América, donde retomó las alianzas con los monarcas franceses (primos suyos) para hacer frente a Inglaterra. España logró conservar su prestigio y su poderoso Imperio colonial; aún el más extenso del planeta.

[7] Exactamente igual que las guerrillas españolas contra los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-1814).

[8] Entre las armas más destacadas en la Guerra de Independencia de EEUU hubo dos rifles: el americano rifle de Pensilvania (120 cm aprox., 3 kg de peso, cañón octogonal; muy preciso) y el “Brown Bess” inglés (150 cm, 5 kg, cañón liso; no muy preciso pero eficaz)

[9] Estos iban armados con un arma similar a una alabarda.

[10] Rey del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y Elector y rey de Hannover (1738-1820). De origen alemán. Durante su amplio reinado, Gran Bretaña se alzó como la primera potencia económica y militar mundial: extendió su poder por Norteamérica, conquistó Canadá y La India tras la Guerra de los Siete Años, ganó la supremacía en el océano y derrotó a Napoleón en las Guerras Napoleónicas. Aunque este monarca también será recordado por la pérdida de las colonias, que formarían el núcleo de Estados Unidos.

[11] Las tribus indias pelearon en ambos bandos, a veces apoyando a los americanos, y otras a los británicos según les convenía.

[12] Capitán General de la Armada (1706-1796). Uno de los marinos españoles más destacados del siglo XVIII. De larga carrera militar, luchó en Orán, Nápoles, Sicilia y Gibraltar.

lunes, 11 de octubre de 2021

 MUSIC FOR A ROAD TRIP

En este nuevo post, me alejo de la Historia y escribo sobre mi otra gran pasión: la música. Esta vez comentaré y describiré brevemente algunas canciones de Rock, Blues y Country ideales para escuchar conduciendo. Hay canciones que al escucharlas te transportan directamente al corazón de EEUU: moteles, pueblos abandonados, carreteras solitarias, bares, moteros en sus flamantes Harley Davidson... Todo este particular universo (fácilmente reconocible en infinidad de libros, series y películas) puede ser condensado en una canción. He querido juntar un puñado de temas de cada estilo musical, mezclando artistas conocidos (Bob Dylan, Eric Clapton...), con otros no tan conocidos para el gran público (Willie Nelson, Lynyrd Skynyrd...)

Empecemos por el Blues. Este estilo musical nació en el Sur de EEUU en los años 30 y es la piedra angular sobre la que se construyó el Rock and Roll. Para que todos lo entiendan, es Rock es un Blues pero con un ritmo mucho más acelerado. En ambos géneros, la guitarra es el eje sobre el que gira todo. Uno de los grandes artistas que ha dado el Blues es Muddy Waters (traducido: "aguas turbulentas", este era un apodo, su nombre real era Mckinley Morganfield). Este gran compositor y guitarrista nacido en 1913 en Misisipi es el autor de "Mannish Boy", un Blues genial que trata sobre un joven que relata cómo se ha convertido en un hombre. La influencia de este compositor es inmensa: desde Led Zeppelin hasta Angus Young, numerosos artistas y grupos de Rock lo tienen como referente.

Eric Clapton, maestro del Blues y leyenda de la guitarra, versionó "Sweet Home Chicago" (una de las canciones más famosas e importantes del género), dándole un toque eléctrico genial. Su forma de tocar es sencillamente de otro planeta, majestuosa, elegante y vibrante al mismo tiempo. Por algo es considerado por muchos el mejor guitarrista de la Historia. Otro gran tema para la lista.

Turno para Ray Charles y su "Hit The Road Jack". Esta composición del pianista y cantante afroamericano está cargada de ritmo desde el inicio, el diálogo musical entre Ray y el coro femenino es genial. Esta canción; totalmente directa en la letra, una mujer echa de casa a su marido porque se ha quedado sin dinero; alcanzó el nº 1 de las listas en 1961.

Avanzamos en el tiempo y nos vamos hasta 1982. Año del lanzamiento de "Bad To The Bone", una de esas canciones con las que dan ganas de ponerse rápidamente al volante. El guitarrista y compositor George Thorogood y su banda The Destroyers saltaron a la fama con este enérgico Blues mezclando un riff sencillo pero potente, un solo trepidante y una letra sobre las travesuras de un joven. Todo un éxito en un momento en el que el Blues parecía haber perdido fuelle frente a las nuevas corrientes musicales.

Vayamos al Country. Nada mejor que varios temas para atravesar un país de costa a costa. La música Country surgió en el Este de EEUU (Tennessee, Kentucky...) a comienzos del siglo XX. Su expansión fue rápida y se ha fusionado con éxito con otros estilos, manteniendo a la vez su sonido tan característico de guitarras, banjos y violines. Al igual que en el Blues, tiene sus matices según el artista que lo interprete: no es lo mismo el tradicional sonido de los años 60 de músicos como Merle Haggard que las melodías Country cercanas al Pop de los años 70 de Kenny Rogers.

Suya es precisamente la canción "The Gambler". Kenny Rogers y su extraordinaria voz narran la conversación entre un jugador de Póker y un cantante durante un viaje en tren. Publicada en 1978, llegó a lo más alto de las listas, convirtiéndose en una de sus canciones más exitosas. El videoclip, ambientado en el Lejano Oeste, merece la pena verlo. Otro gran éxito del Country para lanzarse a la carretera es "On The Road Again", de Willie Nelson. Esta leyenda musical norteamericana (sigue en activo a sus 88 años) y su inseparable guitarra nos introducen de lleno en un viaje lleno de aventuras y música.  

Para finalizar este apartado, dos grandiosas canciones. La primera es "Workin' Man Blues", de Merle Haggard. La letra, típica del género, es todo un homenaje a los trabajadores, con menciones a la fábrica, el hogar y la familia y por supuesto, la cerveza en la taberna al salir. Sensacional composición con bonitos punteos y solos de guitarra, muestra el sonido de este particular género musical en todo su esplendor.

Hablar de música Country es, sin ninguna duda, hablar de Johnny Cash. Showman, compositor, cantante... este señor de rostro serio y voz de barítono es un auténtico icono musical y cultural en EEUU (a la altura de Elvis Presley o Frank Sinatra). Revolucionó el género en los años 50 y sumó éxito tras éxito en una amplia y rica carrera musical. "I Walk The Line" es uno de ellos. La letra es sencilla, un chico le dice a su novia: voy a ser un chico bueno y fiel, y no me apartaré del buen camino. Este tema, uno de los más conocidos de Cash, refleja a la perfección el mundo de la música Country.

¿Listos para el Rock and Roll? "Big wheels keep on turnin', Carry me home to see my kin, Singin' songs about the south-land, I miss Alabamy once again and I think it's a sin, yes..." Así empieza una de las grandes canciones de Rock de los años 70 (y de todos los tiempos): "Sweet Home Alabama". Una road song por excelencia, joya de la banda sureña Lynyrd Skynyrd, es una de las más exitosas de la década. Los primeros acordes y punteos del estribillo, de la mano de las guitarras de Allen Collins y Gary Rossington, dan paso a una letra ciertamente polémica por su defensa de los valores y la cultura del Sur de EEUU. Dejando esto a parte, es una canción perfecta para escuchar durante un viaje.

ZZ Top. Quizá este nombre a muchos no les suene, pero este genial trío texano de barbudos en gafas de sol son los autores de otra grandísima canción de Rock and Roll: "Tush". Ya desde el inicio se ve claramente cómo este tema es en realidad un Blues cuyos acordes van progresando. Billy Gibbons demuestra el enorme guitarrista que es. Por increíble que parezca, 46 años después de su publicación, todavía no se sabe qué significa la letra. En cualquier caso, un auténtico temazo para quemar el asfalto sobre ruedas.

Carretera, Rock y Elvis forman una poderosa combinación en la canción "Promised Land". El Rey del Rock versionó de forma magistral este tema de Chuck Berry en 1973 para un álbum del mismo nombre. En mi opinión, supera a la original y es una de sus mejores interpretaciones de esa etapa. Elvis Presley nos cuenta la historia del difícil viaje un pobre muchacho desde Virginia hasta California (la "Tierra Prometida")

No podía acabar este artículo sin mencionar a Bob Dylan; junto a Elvis, dos de mis artistas favoritos desde pequeño. He escogido su mítica canción "Like A Rolling Stone". Publicada en 1965, fue toda una revolución en su época, Dylan fabricó una canción magnífica con sencillos acordes. Aunque a decir verdad, la letra es oscura: la historia de una mujer de clase alta y su caída a los infiernos "como un canto rodado". Imprescindibles los temas de Elvis Presley y Bob Dylan para nuestra particular playlist.

En definitiva, si hay que coger el coche y cruzar una solitaria autopista en mitad del desierto; o cualquier otro recorrido; no hay nada mejor que hacerlo escuchando una buena selección musical con lo mejor del Rock, Country y Blues. Así que ya sabéis, abrochaos los cinturones, apretad el acelerador, subid el volumen... ¡y a disfrutar!    

 

 

 

Lista de enlaces a las canciones:

Mannish Boy: https://www.youtube.com/watch?v=2QoBR-F3tp4

Sweet Home Chicago: https://www.youtube.com/watch?v=8NzbvdX0KOg

Hit The Road Jack: https://www.youtube.com/watch?v=Q8Tiz6INF7I

Bad To The Bone: https://www.youtube.com/watch?v=dt_8aDOJvtM

The Gambler: https://www.youtube.com/watch?v=7hx4gdlfamo

On The Road Again: https://www.youtube.com/watch?v=Gdlyi5mckg0

Workin' Man Blues: https://www.youtube.com/watch?v=fbEstJ98TcM

I Walk The Line: https://www.youtube.com/watch?v=jh169rVMveA

Sweet Home Alabama: https://www.youtube.com/watch?v=6GxWmSVv-cY

Tush: https://www.youtube.com/watch?v=s5WB5ouP-8c

Promised Land: https://www.youtube.com/watch?v=aXGXCXifcWg

Like A Rolling Stone: https://www.youtube.com/watch?v=IwOfCgkyEj0

 

Fuentes:

http://www.sabinabysaavedra.com/2018/01/like-rolling-stone.html

https://riverofcountry.wordpress.com/2014/05/26/i-walk-the-line-johnny-cash-1956/

https://en.wikipedia.org/wiki/Workin%27_Man_Blues

https://en.wikipedia.org/wiki/Twelve-bar_blues

















viernes, 9 de julio de 2021

EUROPA EN LLAMAS: EL ESTALLIDO DE LA I GUERRA MUNDIAL. EL ABISMO

19 de julio, residencia privada del Ministro de Exteriores austriaco, Leopold Von Berchtold. Reina la tensión en el ambiente. El gobierno está reunido de emergencia para decidir qué paso tomar tras las constantes negativas serbias a colaborar en la investigación del atentado de Sarajevo. Además, saben que Rusia apoya a los serbios en esta crisis, lo que enciende aún más los ánimos en el gabinete. ¿Hay que seguir adelante con la diplomacia y lanzar un ultimátum o empezar una guerra no declarada? Tras tres días de intensos debates, se decide enviar un ultimátum a Serbia. Este sería enviado la tarde del 23 de julio, concediendo 48h al gobierno de Pasic para responder. Sin embargo, lo que no quedaba tan claro era qué iba a ocurrir después de la respuesta serbia. El general Conrad Von Hotzendörf afirmó que en caso de que esta fuera negativa y desembocase en un conflicto armado, el Ejército Imperial estaba perfectamente preparado. No solo para atacar Serbia, sino para defender las fronteras de un ataque de Rumanía (nación que llevaba años deseando expandir su territorio, especialmente la región austrohúngara de Transilvania), y las fronteras orientales (la región de Galitzia, parte de las actuales Polonia y Ucrania) de un ataque ruso. Ya iniciada la guerra, pocas semanas más tarde, estos argumentos se vinieron abajo: Austria-Hungría sufrió graves derrotas a manos de los serbios y los rusos.

Volvamos al ultimátum. ¿Y si el gobierno serbio respondía favorablemente? Por increíble que parezca, apenas se tuvo en cuenta este escenario. El gobierno austriaco parecía más empeñado en humillar a Serbia que en buscar una salida al conflicto diplomático. Incluso el Conde húngaro István Tisza, anteriormente partidario del diálogo, empezaba a ver con buenos ojos una limitada intervención militar. De forma resumida, el ultimátum austriaco no era demasiado exigente. Entre lo más destacado, se reclama a Serbia lo siguiente:

1.  Eliminación de la propaganda anti-austriaca y los medios que la difunden.

2.  Detención y juicio de todas aquellas personas implicadas en el atentado, incluidos funcionarios, políticos y militares.

3. Aceptar la colaboración del Gobierno Imperial de Austria-Hungría para acabar con las organizaciones radicales nacionalistas.

4.  Permitir la entrada de delegados y policías austriacos en territorio serbio para investigar el atentado.

Por un lado, dicho documento fue recibido con cierto asombro entre los gobiernos europeos. Franceses y británicos; posteriormente hablaré de su papel en esta crisis; no podían creer lo que estaban viendo. Austria estaba humillando diplomáticamente a Serbia. Rusia redobló su apoyo a esta tras conocer el documento. La situación se complicaba cada vez más.

Belgrado. Mañana del 23 de julio. El embajador austriaco (Barón Wladimir Giesl) telefonea al Ministerio de Asuntos Exteriores serbio para informar de la entrega del ultimátum. Nikola Pasic se reúne con su gobierno de urgencia esa misma noche. Para el gabinete serbio, no hay lugar a dudas, es imposible aceptar todas las exigencias austriacas. "Una imposibilidad absoluta para cualquier Estado que tenga una mínima consideración por su dignidad". Sin embargo, Pasic también es consciente de lo arriesgado de entrar en guerra (pese al apoyo ruso), por ello, decide demorar la respuesta final e intentar responder a Austria con firmeza, pero dejando abierta la vía diplomática. El destino de su país dependía de la respuesta que dieran a Austria. Todo estaba al límite.

¿Y qué hay de Gran Bretaña? Durante el transcurso de las primeras semanas de julio, el Gobierno británico no había prestado demasiada atención a lo que sucedía en Los Balcanes. Bastantes problemas internos tenían en ese momento, principalmente, la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía para Irlanda (con la siempre difícil cuestión del Ulster de por medio). Como ya hemos comentado antes, el ultimátum austriaco a Serbia fue recibido con sorpresa e indignación. El Primer Ministro, el Liberal Herbert Henry Asquith y su Ministro de Exteriores, Sir Edward Grey; empezaron a tratar la crisis diplomática en las reuniones del gabinete. La preocupación iba en aumento, pues los británicos no solo temían que Alemania desencadenara una guerra, sino también que la defensa rusa de Serbia arrastrara a Francia (ambos aliados suyos) y llevase la situación a un punto de no retorno.

Pero antes de continuar, señalemos la situación de Gran Bretaña en 1914. A inicios del siglo XX, Gran Bretaña podía ser considerada sin reparos la primera potencia mundial. Poseía el mayor Imperio Colonial del planeta: abarcaba La India, buena parte de África, los Dominios del Canadá, Australia y Nueva Zelanda, ciudades como Hong Kong y numerosas islas del Caribe. No solo eso, sino que además su poderosa y gigantesca Armada (Royal Navy) garantizaba su supremacía económica y militar desde un siglo antes. A pesar de todo esto, también había sufrido cierta inestabilidad, conflictos bélicos (Guerras de los Bóers) y algo realmente grave, aislamiento y falta de alianzas. En 1900, la diplomacia se puso manos a la obra. Se buscó inicialmente un acuerdo con Alemania. El propio Káiser Guillermo II tenía sangre británica y decidió apoyarlo. Sin embargo, las reservas de ambos países con respecto al poderío naval (Alemania estaba empezando a formar una moderna y fuerte Armada para rivalizar con la británica) y el temor alemán a ver su poder debilitado en Europa; recordemos que desde 1871, Alemania había crecido política y económicamente como ninguna otra nación europea, poniéndose a la cabeza; impidieron cualquier acuerdo[1].

Así pues, los británicos decidieron acercarse al que había sido su principal rival durante siglos: Francia. Esta alianza clave para Europa resultó difícil desde el principio, pues ambos países habían estado al borde de una guerra colonial (los franceses también tenían colonias en África y además habían conseguido una relativa estabilidad política y económica tras el desastre de 1871, lo cual tuvo bastante mérito) en 1898 y no confiaban para nada el uno en el otro. Gracias al rey Eduardo VII y su amor por todo lo francés; especialmente el vino, la comida y las mujeres; se logró establecer la llamada Entente Cordiale en 1904.

La alianza con Rusia tampoco estuvo exenta de dificultades. Ambas naciones eran imperios, y en concreto los rusos se estaban expandiendo cada vez más rápido[2], llegando a amenazar las fronteras coloniales británicas en La India y Persia. En Inglaterra, los rusos eran vistos como enemigos más que como amigos. ¿Qué ocurrió para pasar de la desconfianza a la amistad? La respuesta: Francia. La creación de la Entente Cordiale hizo que los galos convencieran a sus aliados ingleses de la necesidad de reforzar la alianza sumando a Rusia. Además, rusos y británicos había zanjado sus disputas fronterizas. 1907, había nacido la Triple Entente, que constituyó la base política de los Aliados durante la Primera Guerra Mundial.

24 de julio de 1914. El gobierno británico, ante la gravedad de la situación; que empeora a cada día que pasa; decide actuar. Propone una conferencia internacional para frenar la escalada de tensión y buscar una salida negociada. La idea es aceptada por Rusia, Francia e Italia (aliada de Austria-Hungría y Alemania desde 1882, se mantuvo prudentemente al margen de la Crisis de julio). Por desgracia, Alemania rechaza participar, no estaba dispuesta a ceder ni dar un paso atrás en su apoyo a Austria. El Káiser exigía a su aliado contundencia cuanto antes, y los británicos se preguntaban: ¿vamos a ir a la guerra por Serbia?. El tiempo de la diplomacia se agotaba irremediablemente.

Así pues, llegó el día 25. Fecha límite para responder al ultimátum austriaco. El gobierno serbio aceptó con reservas todos los puntos excepto los referidos a la eliminación de las organizaciones nacionalistas y la entrada de la policía austriaca en Serbia. Consideró ambas exigencias una violación inaceptable de su soberanía. Esta respuesta no satisfizo al gobierno austriaco, que empezó a tomar las primeras medidas prebélicas: ruptura de las relaciones diplomáticas y movilización parcial del ejército. Los británicos, por si las moscas, decidieron poner a su Armada en estado de prealerta, y por si fuera poco, Rusia advirtió a Austria de que movilizaría su enorme ejército para defender a Serbia. Nada de esto disuadió a Viena, al contrario, aceleró sus preparativos para entrar en guerra. El conflicto bélico estaba ya en marcha.

Todavía hubo un último y desesperado intento para evitar la guerra. El Zar Nicolás II le pidió personalmente al Káiser Guillermo II (que además era su primo) que detuviera la movilización militar austriaca. Fracasó.

Martes 28 de julio. Exactamente un mes después del atentado mortal de Sarajevo. En su escritorio del palacio de Bad Ischl, el Emperador Francisco José I; contra su voluntad, pues era contrario a empezar un conflicto bélico; firma la declaración de guerra de Austria-Hungría contra Serbia. Entre el 28 de julio y el 4 de agosto, Rusia movilizó a sus tropas y declaró la guerra a Austria. Al mismo tiempo, Alemania se la declaró a Rusia y a Francia (obligada a ir de la mano con los rusos para hacer frente a los germanos) e invadió Luxemburgo y Bélgica[3]. Finalmente y tras muchas dudas, el Gran Bretaña entró en guerra contra Alemania para defender a la neutral Bélgica del ataque germano. Europa, tras 100 años de paz, estabilidad, prosperidad y progreso, volvió a estar enfrentada.

Vista la sucesión de acontecimientos, ¿quién tuvo mayor responsabilidad en el inicio del conflicto? En mi opinión, todos tuvieron su parte de culpa. Me explico. Serbia, aunque intentó evitar la guerra a toda costa, cometió graves errores diplomáticos y políticos que la condujeron a una situación insalvable. El Imperio Austrohúngaro se dejó llevar por las presiones alemanas y los impulsos belicistas de sus dirigentes políticos y militares, dejando de lado la moderación y tomando el camino del enfrentamiento[4]. Rusia, aunque es verdad que no entró en guerra primero, llevó al límite su apoyo a los serbios, amenazando a Austria y forzando a sus aliados a tomar partido. Esto alejó claramente las opciones de una salida pacífica a la crisis. Alemania tuvo buena parte de responsabilidad. Sus constantes presiones políticas, sumadas a un incondicional apoyo a Austria condujeron a inicio de las hostilidades. Además, en ningún momento buscó rebajar la tensión y rechazó cualquier iniciativa de paz. Por último, Gran Bretaña fue la única potencia que intentó realmente evitar la guerra, si bien cierto que tardó en hacer frente a la crisis.

En apenas una semana, las distintas alianzas y planes militares se activaron rápidamente. Mientras al mismo tiempo, el nacionalismo serbio y las rivalidades territoriales y políticas en los Balcanes y Centroeuropa mostraron su peor cara para llevar a Europa (y al resto del planeta) a una guerra total, brutal e implacable. La Primera Guerra Mundial; primera gran tragedia del siglo XX; acababa de comenzar.         

 

 

Fuentes:

MacMillan, Margaret. 1914. De la paz a la guerra. Madrid, Turner, 2013.

Clark, Christopher. Sonámbulos. Cómo Europa fue a la guerra en 1914. Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2017.

Willmott, H.P. La Primera Guerra Mundial. Barcelona, Inédita Editores, 2004.

 

 

  



[1] Resulta interesante especular qué hubiera podido ocurrir en 1914 si Gran Bretaña y Alemania hubieran sido aliados, ¿se hubiera podido impedir la guerra? Nunca lo sabremos.

[2] El desarrollo económico y político no fueron a la misma velocidad.

[3] Alemania llevaba años preparando estas operaciones militares a conciencia.

[4] Cabe preguntarse si una reacción más firme y rápida en los días siguientes al atentado hubiera sido más eficaz.