Probablemente, este sea uno de
los discos más importantes de la historia del Rock. Vibrante, elegante,
potente... es un trabajo extraordinario. El cuarteto Led Zeppelin, compuesto
por Robert Plant (voz), John Paul Jones (bajo), Jimmy Page (guitarra) y John
Bonham (batería), apenas llevaban tres años de carrera musical cuando publicaron
este disco. Habían arrasado con su primer trabajo (Led Zeppelin I) y ya eran muy conocidos en el panorama musical del
momento. Aquel 1971 iba a convertirse en uno de los más importantes para el
grupo británico. Producido por Atlantic Records, Led Zeppelin IV fue grabado en
los estudios Island de Londres y en una unidad móvil de los Rolling Stones a
comienzos de 1971[1]. Led
Zeppelin IV ya sorprende con su mítica portada, un misterioso retrato de un
anciano llevando unos fardos de leña, que cuelga de una pared derruida. El
gusto del grupo por el esoterismo y el ocultismo pudo haber influido en este diseño,
así como la figura del Tarot "el Ermitaño" que decora el libreto
interior.
Vayamos al grano. El disco
arranca con un tema de rock al más puro estilo Zeppelin: "Black Dog". Comienza con un riff de bajo magnífico,
mientras la voz de Robert Plant se abre paso. Los punzantes punteos de guitarra
son de otro planeta. Le sigue "Rock
and Roll" (uno de mis favoritos). Un tema cañero de principio a fin
que demuestra por qué este grupo es uno de los más grandes del rock. Uno de los
grandes logros del conjunto es que fue capaz de ir más allá con su música y
explorar otros estilos como el Folk o el Country. "The Battle of Evermore" y "Going to California" son claros ejemplos de ello. El
primero está inspirado en las novelas del Señor de los Anillos de Tolkien, es
una bonita balada acústica. El segundo es un tema relajante que podrían haber
compuesto The Eagles perfectamente. Justo después llega una de las canciones
legendarias de Led Zeppelin. Quizá la más conocida a nivel mundial, incluso
ostenta el Record Guiness de ser la canción que más veces se ha emitido por
radio en EEUU. Estoy hablando de "Stairway
to Heaven"[2].
La letra es compleja, cuenta la historia de una mujer que recorre un mundo de
fantasía subiendo una escalera. Musicalmente es soberbia, ocho minutos en los
que se mezclan la acústica inicial que envuelve la voz de Plant con un
maravilloso solo de guitarra (uno de los mejores que se han compuesto, obra de
Jimmy Page, leyenda del instrumento) que se acelera hasta acabar la canción con
una gran suavidad melódica. Una obra maestra.
El disco no termina aquí. En "Misty Mountain Hop", el Rock
y el Funk se fusionan en esta canción a medio tiempo. Gran actuación de John
Paul Jones al teclado, que cruza el ritmo con el riff de guitarra. "Four Sticks" es una acertada
y curiosa combinación de percusión, guitarra acústica y sintetizador. Es un
tema innovador que encaja a la perfección en el disco. Una genial versión del Blues
"When the Levee Breaks"
cierra el disco. La batería, el sintetizador y una contundente guitarra suenan
al mismo ritmo lento y pausado, pero sin quitarse protagonismo entre ellos.
La influencia de Led Zeppelin en
el mundo del Rock es inmensa. Se puede ver perfectamente en otros grandes como
AC/DC o Guns & Roses. No cabe duda de que Led Zeppelin IV es un disco
legendario. Imprescindible en el catálogo de cualquier aficionado al Rock que
se precie.
[1] Muniesa,
Mariano. "Led Zeppelin. El poder de la pasión y la magia", Madrid,
Quarentena Ediciones, 2008.
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