viernes, 7 de junio de 2019


EL DÍA D: ORÍGENES Y PLANIFICACIÓN

Estos días se cumplen 75 años del Desembarco de Normandía, numerosos mandatarios de todo el mundo han asistido a las celebraciones, en las que también han estado presentes varios veteranos de aquel histórico acontecimiento. Aquel martes 6 de junio de 1944 (conocido como el Día D), empezó la invasión de la Europa Occidental ocupada por los nazis desde 1940. Soldados de quince naciones (encabezados por los EEUU, Gran Bretaña y Canadá) atacaron la costa normanda por tierra, mar y aire. ¿Cómo se preparó esta extraordinaria operación militar?, ¿qué sucedió en las playas normandas aquel famoso día?, a lo largo de cuatro artículos, trataré de narrar el Desembarco de Normandía y así responder a estas cuestiones.  En este primer artículo relato cómo se gestó esta operación militar colosal. Ya en 1942 los Aliados empezaron a considerar seriamente operaciones anfibias en la Europa occidental. Desgraciadamente, el único intento serio llevado a cabo fue un ataque al puerto francés de Dieppe que acabó en un total desastre aliado. El objetivo de esta acción (operación "Jubilee") era aliviar parte de la enorme presión que sufrían las fuerzas soviéticas en el Frente del Este, así como comprobar el estado de las defensas alemanas de la Europa ocupada.  El 19 de agosto de 1942, una fuerza militar anglocanadiense combinada de tierra, mar y aire atacó Dieppe. A pesar de desembarcar carros de combate Churchill y del apoyo de ocho destructores y varios escuadrones de cazas y bombarderos de la RAF (Royal Air Force), la operación fue un completo fracaso. Muchos de los soldados fueron inmovilizados por los alemanes y masacrados en las playas y los carros fueron destrozados. El único éxito del día lo lograron los comandos británicos (una fuerza especial muy bien equipada y entrenada), que pudieron destruir algunas baterías costeras nazis y escapar por mar rápidamente. El resultado final fue desolador: hubo más de 4000 bajas[1] aliadas frente a las 600 alemanas. Los Altos Mandos Aliados llegaron a una conclusión clave: no se puede atacar frontalmente un puerto fuertemente defendido. Había que buscar otras opciones, como desembarcar en una zona menos protegida y preparar una gran fuerza militar para ello, así como mejorar el entrenamiento de las tropas, crear puertos flotantes para asegurar los suministros y coordinar más eficazmente los desembarcos con apoyo aéreo y naval. También se empezaron a diseñar nuevos blindados adaptados para desembarcar en las playas y apoyar a la infantería. Por su parte, los alemanes decidieron no solo reforzar las defensas de la zona, sino continuar con un proyecto militar defensivo a una escala nunca vista hasta ese momento: el Muro Atlántico. Este había empezado a levantarse en 1941. Básicamente, consistía en una inmensa línea de fortificaciones, búnkeres de hormigón (hasta 15000), y baterías de artillería. Había que proteger los casi de 5000 km de costa entre Noruega y el Golfo de Vizcaya.   

Conforme avanzaba la guerra, la idea de un nuevo desembarco ganó impulso entre los militares angloamericanos. A pesar de la enorme colaboración norteamericana, los Aliados aún estaban lejos de poder reunir una fuerza lo suficientemente fuerte como para atacar el continente europeo. A comienzos de 1943, los líderes Winston Churchill y Franklin Delano Roosevelt aplazaron el ataque como mínimo hasta 1944. Esto no agradó en absoluto al dictador soviético Josep Stalin, que esperaba la invasión de Europa aquel mismo año.  Pese a esta decisión, se aceleraron los preparativos para diseñar y preparar la futura operación creando una junta militar específica. Esta recibió el nombre en clave COSSAC, con el teniente general británico sir Frederick Morgan al frente. El plan inicial de invasión (diseñado en agosto de 1943 y que recibió el nombre en clave "Overlord"; mientras que las operaciones navales y de desembarco se denominaron operación "Neptuno") consistiría en desembarcar 29 divisiones[2] de infantería en una franja de terreno en el N de Francia y atacar desde el aire con dos divisiones aerotransportadas de apoyo. Se barajaron dos lugares posibles de desembarco: el Paso de Calais y la Península de Cotentin. El primero ofrecía un camino más corto, pero estaba muy bien defendido, por otra parte, la Península de Cotentin resultaba más accesible de cara a un desembarco masivo de hombres y material, y además, las fortificaciones del Muro Atlántico en dicha zona eran relativamente débiles. Finalmente se eligió la zona de Normandía. También se descartó la opción de desembarcar en Bretaña por las grandes distancias y las posibles dificultades para la movilidad de la flota.

Durante la Conferencia de Teherán (noviembre de 1943) se fijó definitivamente la invasión para la primavera de 1944. De este modo, se logró contentar a un impaciente Stalin, que llevaba ya un tiempo reclamando a sus aliados angloamericanos la apertura de un segundo frente en Europa. Una de las decisiones fundamentales fue el nombramiento del general Dwight David Eisenhower (que en aquel momento comandaba las fuerzas Aliadas en la campaña italiana) como comandante en jefe de Overlord. Templado, con gran capacidad de liderazgo y meticuloso, no dejó nada al azar. Poco después se constituyó el llamado SHAEF[3], con los siguientes militares para dirigir la invasión:

Comandante supremo aliado: general del Ejército[4] D.D. Eisenhower

Vicecomandante supremo: mariscal del aire[5] Arthur Tedder

Jefe de Gabinete: teniente general Walter Bedell Smith

Comandantes de las Fuerzas Terrestres:

general Bernard Law Montgomery (el 21º Grupo de Ejércitos, que engloba a todas las fuerzas de tierra)

general Omar N. Bradley (1º Ejército norteamericano)

Comandante de las Fuerzas Aéreas: mariscal del aire Trafford Leigh-Mallory

Comandante de las Fuerzas Navales: almirante Bertram Ramsay.

Este nuevo equipo, de gran experiencia militar durante el conflicto, revisó detalladamente el plan trazado por COSSAC medio año antes. Montgomery propuso varios cambios importantes: por un lado, amplió la línea de ataque a una franja de ochenta km de longitud, aumentó la fuerza de invasión a cinco divisiones y fijó en tres el número de divisiones aerotransportadas para Overlord.

Mientras todo esto se producía, los alemanes también movieron ficha. Hitler sabía que tarde o temprano los Aliados atacarían el O de Europa. La cuestión era dónde y cuándo lo harían. A mediados de 1943, el mariscal de campo Erwin Rommel fue nombrado comandante en jefe del Grupo de Ejércitos B de la Wehrmacht. Esta fuerza militar instalada en el N de Francia estaba compuesta por los ejércitos 7º (al mando del general Dollmann), 15º (general Von Salmuth), y el 84º Cuerpo de Ejército (general Marcks). A estas fuerzas había que sumar un fuerte contingente blindado, el Grupo Panzer Oeste, bajo el mando del general Von Schweppenburg. En 1944 las defensas del Muro Atlántico estaban en gran parte incompletas debido a la falta de material, recursos y personal. Rommel comenzó a minar el Canal de la Mancha y reforzar las defensas de las playas. Intuitivo y brillante, se dio cuenta rápidamente que había que detener a los Aliados en las playas, no dejar que penetrasen tierra adentro. Su superior tenía otro criterio distinto. Para el también inteligente mariscal Gerd Von Rundstedt[6] había que dejar avanzar al enemigo para después destruirlo con las divisiones Panzer. Sin embargo, había dos graves inconvenientes a esta opción: las fuerzas blindadas solo podían desplazarse si Hitler lo ordenaba personalmente, y la descomunal superioridad aérea de los Aliados sobre la Luftwaffe (a esas alturas de la guerra, estaba muy mermada por la falta de combustible, las necesidades del Frente del Este y la defensa del territorio del Reich y su industria, bombardeada sin cesar por los Aliados). Además, la Marina alemana (Kriegsmarine) tampoco pasaba por su mejor momento, sus buques y submarinos estaban dispersos y bloqueados en los puertos por los ataques de la flota Aliada y la falta de combustible. Todos estos factores contribuyeron a la derrota germana final.     

Volvamos a los preparativos. Hizo falta casi un año para reunir, entrenar y abastecer a las fuerzas Aliadas: se construyeron y enviaron al Reino Unido miles de lanchas de desembarco, aviones, barcos de transporte y millones de toneladas de suministros de todo tipo, desde botas y gasolina hasta cigarrillos. Durante los primeros meses de 1944, la isla se convirtió en una gigantesca base militar. 1.750.000 soldados Aliados y 50000 tanques y vehículos blindados, junto con una gigantesca armada de más de 6000 barcos y 11000 aviones formaban la fuerza de invasión. Además de la planificación, hubo dos bazas clave en el éxito aliado: el espionaje y las operaciones de engaño. Se llevó a cabo la llamada Operación "Fortitude", englobada a su vez en otra mayor ("Bodyguard"). Hay que destacar la labor del espía español Juan Pujol (alias “Garbo”). Creó una red ficticia de informadores en Reino Unido para enviar a los alemanes información falsa constantemente. Nunca fue descubierto por el Abwehr[7]. Su papel fue muy importante, hizo creer al mismo Hitler que los Aliados desembarcarían en Calais. Los servicios secretos aliados engañaron a los alemanes haciéndoles entender que los desembarcos se producirían en Noruega, España o los Balcanes, entre otros enclaves. Además, se construyó un ejército totalmente falso: cientos de hinchables en forma de aviones, camiones, jeeps y tanques fueron colocados al E de Inglaterra para simular la existencia de varios ejércitos listos para atacar. Todo estaba listo. En mayo, las fuerzas aéreas norteamericanas y británicas bombardearon sin descanso aeródromos, fábricas, estaciones de radar y ferrocarril, depósitos de combustible y puentes. Había que minimizar al máximo la respuesta alemana a la invasión. Desgraciadamente, murieron miles de civiles franceses y belgas en estos bombardeos.

Las espadas estaban en todo lo alto la primera semana de junio de 1944. Eisenhower tuvo que tomar la difícil decisión de posponer el ataque, con todos los riesgos que esto conllevaba. La mala climatología (con fuertes tormentas en el Canal de la Mancha) obligó a aplazar el desembarco 24h más, al martes día 6 de junio. Ese era el único con buen tiempo en la zona y además con marea baja, las mejores condiciones para un desembarco anfibio. La noche del 5 al 6 de junio, toda la enorme fuerza de invasión Aliada se puso en marcha hacia la costa de Normandía. Una de las batallas más importantes de la Historia estaba a punto de comenzar.

Continuará

Fuentes:

http://www.combatreels.com/the_cossac_plan.cfm

JORDAN, David, y WIEST, Andrew, Atlas de la II Guerra Mundial. Madrid, Libsa, 2005

GILBERT, Martin, El Desembarco de Normandía. El Día D. Madrid, Altaya, 2007

FORD, Ken, Desastre en Normandía: el primer Día D. Barcelona, RBA Coleccionables (Osprey Publishing), 2008

 





 

  




[1] En terminología militar, número de muertos, prisioneros, heridos y desaparecidos.
[2] Una división de infantería está compuesta por diez mil soldados aproximadamente.
[3] En inglés, Cuartel General Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas.
[4] Rango militar norteamericano, el segundo más alto del escalafón (con 5 estrellas).
[5] Rango más alto de las Fuerzas Aéreas británicas.
[6] Comandante del OB WEST, el Alto Mando alemán de las fuerzas armadas del Oeste.
[7] Servicio alemán de inteligencia y espionaje.

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