jueves, 12 de octubre de 2017


Desmontando los mitos del nacionalismo catalán

Cataluña está en el foco de todas las noticias de las últimas semanas por el desafío soberanista y el grave pulso que mantiene con el estado. Durante muchos años, el nacionalismo catalán ha construido una serie de "relatos" históricos completamente falsos con el fin de consolidarse y ganar seguidores. Voy a intentar explicar algunos de ellos:

 

-"Cataluña era un reino"

Cataluña nunca ha tenido la condición de reino ni ha sido una entidad política independiente (exceptuando en Abril de 1931 y Octubre de 1934, en ambas ocasiones durante muy pocos días). En la Edad Media, el actual territorio catalán fue, primero, parte de la Marca Hispánica de Carlomagno, después, una serie de condados y, finalmente en 1162, tras la unión con el reino de Aragón, pasó a formar parte de la corona aragonesa. Un apunte más, el concepto Estado como lo conocemos hoy en día surge a partir de la Revolución Francesa, en época medieval era impensable.

 

-"La Guerra de Sucesión Española fue un conflicto entre catalanes y españoles"

Falso. La Guerra de Sucesión Española (1701-1715) fue un conflicto bélico a nivel nacional e internacional que se desató tras la muerte sin descendencia del último monarca Habsburgo, Carlos II. En España, los ejércitos de los dos pretendientes al trono (Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos de Austria) se enfrentaron y buscaron partidarios. Cataluña, como parte de la Corona de Aragón, tuvo un papel importante durante la guerra. Hasta 1704-1705, los catalanes apoyaron a Felipe de Anjou, que juró sus fueros. Sin embargo, la burguesía; poderosa e influyente; no quiso perder sus acuerdos comerciales con Inglaterra (enemiga de Felipe, que mantuvo algunos apoyos catalanes a su causa) y decidió cambiar de bando aliándose con el Archiduque Carlos. Finalmente, en 1716, tras la victoria borbónica, Felipe V abolió los Fueros de Cataluña con los Decretos de Nueva Planta, que también liquidaron los de Valencia y Aragón en 1707.    

 

-"Escocia y Quebec han podido hacer referéndums de autodeterminación, por tanto, en Cataluña también debe hacerse"

Este es uno de los argumentos más utilizados por los nacionalistas. Los casos de Escocia y Quebec no tienen nada que ver con Cataluña. Son muy distintos histórica y políticamente. Vayamos por partes:

Escocia fue un reino independiente desde el siglo IX hasta 1707, cuando se unió al reino de Inglaterra (Union Act). Fue una unión entre iguales, ambos conservaron sus leyes e instituciones, dando lugar al Reino de Gran Bretaña. Tras varios años de negociaciones, los gobiernos escocés y británico llegaron a un acuerdo para hacer un referéndum legal y en condiciones en 2014. Además, el Reino Unido no tiene Constitución, por lo que la consulta escocesa tuvo que obtener el visto bueno del parlamento británico, que es quien debe autorizarla o no. Hay que subrayar también que Escocia no tiene el grado de autogobierno y competencias variadas que tiene Cataluña.

Quebec se constituyó como provincia de Canadá en 1867 tras haber sido colonia francesa y británica. La Constitución de Canadá permitía hacer un referéndum de independencia, pero con condiciones. En Quebec se han realizado dos, en 1985 y 1995. Ante la ambigüedad de ambas consultas y como resultado de varias sentencias judiciales de los tribunales canadienses, el gobierno decidió blindar la constitución en el año 2000 para frenar las pretensiones secesionistas. Actualmente, la provincia de Quebec tiene algunas competencias de autogobierno y es reconocida como nación cultural y social, no como entidad independiente. Todo esto por supuesto, dentro de la ley.

La consulta/referéndum que se realizó el pasado 1 de Octubre es ilegal e inconstitucional, a diferencia de los casos escocés y canadiense. Como ya he explicado al inicio, Cataluña nunca ha sido una entidad política independiente. No es una nación ni un estado, es una comunidad autónoma con su gobierno, su parlamento, su estatuto, etc..., tal como establece el Estatuto de Autonomía de Cataluña y la propia Carta Magna. Ésta reconoce el derecho a la autonomía de aquellas regiones de España con unas características históricas y culturales comunes (art. 143), en ningún momento habla de las comunidades autónomas como naciones. La Constitución española establece varios puntos fundamentales que impiden cualquier referéndum de autodeterminación por parte de una comunidad autónoma:

-La soberanía nacional reside en el pueblo español (art. 1)

-La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles [...] (art. 2)

-El Estado tiene competencia exclusiva para la convocatoria de consultas vía referéndum (art. 149)

 

El nacionalismo es una opción política tan respetable como cualquier otra, sin embargo; en mi modesta opinión; cuando se radicaliza, sus argumentos históricos se vienen abajo. En pleno siglo XXI, sería una auténtica locura que cada región de Europa que en algún momento de su historia ha sido un reino, un principado o algo similar reclamara su independencia (insisto, el caso de Escocia es excepcional y con matices). De ser así, ¡Europa se trocearía...! En palabras del gran Miguel de Unamuno:

"El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia"[1]





[1] https://es.wikiquote.org/wiki/Nacionalismo