miércoles, 24 de enero de 2018


Holocausto. La pesadilla que nunca debó ocurrir

El próximo sábado se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las víctimas del Holocausto. Este acto conmemora la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau (un vasto complejo formado por varios campos de concentración y exterminio), en la actual Oświęcim (Polonia) Cuando los soldados del Ejército Rojo liberaron el campo el 27 de enero de 1945, el mundo empezó a darse cuenta de la terrible magnitud del genocidio nazi.

Ya en Mein Kampf, Adolf Hitler había mostrado su deseo de acabar con la raza judía al considerarla inferior y culpable de todos los males del Alemania. Este infierno comenzó en 1933 con el internamiento de opositores políticos en Dachau, una vieja fábrica abandonada. Con la aprobación de las Leyes de Núremberg en 1935, el régimen nazi empezó a acorralar a los que consideraban "indeseables" y "subhumanos": los judíos, gitanos, homosexuales, y Testigos de Jehová, entre otros. Se les recortaron derechos y libertades, fueron despedidos de sus trabajos y sus propiedades confiscadas. Una parte logró huir del país, aquellos que no tuvieron tanta suerte fueron duramente perseguidos. La llamada "Noche de los Cristales Rotos" de noviembre de 1938 es una prueba de ello. Tras el atentado contra un diplomático alemán, los nazis salieron a las calles de todo el país buscando venganza. Cientos de judíos fueron asesinados o deportados a los campos de concentración de Dachau y Buchenwald. Poco a poco, el III Reich construyó una auténtica red de guetos, campos de prisioneros, y campos de concentración y exterminio. Todo bajo la dirección del temible jefe de las SS Heinrich Himmler.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la lista del horror sumó nuevos nombres a medida que los nazis ocupaban gran parte de Europa: Treblinka, Mauthausen, Bergen-Belsen, Sobibor, Majdanek, Auschwitz... Además, los Einsatzgruppen de las SS llevaron a cabo otras masacres como la de Babi Yar en 1941 o la de Lidice el año siguiente. El exterminio (la llamada "Solución Final") se aceleró tras la Conferencia de Wannsee de 1942, donde varios dirigentes nazis planificaron detalladamente cómo atrapar y asesinar masivamente a toda la población judía de Europa. Entre los asistentes a la reunión estaban dos hombres fuertes del régimen: Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich (que agrupaba a la Gestapo, al Servicio de Seguridad, y a otros departamentos) y Adolf Eichmann, responsable de asuntos judíos de este organismo.   

Quiero mencionar también otro terrible episodio menos conocido para el público en general: el programa "Aktion-T4". En 1939, se ordenó internar en centros especiales a miles de discapacitados físicos y mentales. El nazismo consideraba que sobraban en la nueva Alemania racialmente sana y superior que pretendían construir. Mediante la eutanasia, fueron asesinados más de 70000 discapacitados.

En total, se calcula que el Holocausto nazi provocó aproximadamente entre 6 y 7 millones de muertos. Estudios recientes han calculado que la cifra podría ser el triple.  Gaseados, fusilados, torturados hasta la muerte, ahorcados... los judíos fueron las principales víctimas, aunque también hubo gitanos, homosexuales, y prisioneros de guerra. Hoy en día todavía hay personas que lo niegan o creen que es una mentira. Se equivocan. El Holocausto está más que demostrado. Hay documentos, imágenes, testimonios (tanto de las víctimas como de los verdugos), grabaciones, libros escritos por los supervivientes, investigaciones de los historiadores... Es un hecho histórico rotundamente contrastado. En los últimos años, miles de documentos desclasificados por la ONU y otros organismos confirman aún más las atrocidades nazis. Yo visité en 2010 el campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín. Fue una de las experiencias más impactantes y sobrecogedoras de mi vida. Se te parte el alma y el corazón en un lugar que ha visto tanto terror y sufrimiento.

Auschwitz es, sin duda, un capítulo más dentro del horrible catálogo de atrocidades cometidas por el hombre el pasado siglo, por citar algunos ejemplos: el Genocidio del Congo Belga (aprox. 1885-1908), el Genocidio Armenio (1915-1923), los Gulags soviéticos (aprox. entre 1930-1960), las masacres de Nanking (1937-1938), las matanzas de la Guerra Civil Española (1936-1939), o las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945)

Aunque parezcan lejanos, nunca debemos olvidar estos hechos. La Humanidad no puede volver a permitir que esto se repita. De ninguna manera. Quisiera acabar mi texto con unas palabras del historiador Laurence Rees, uno de los mayores expertos del mundo en el  Holocausto: "La Historia no da lecciones, advierte"[1]

Estamos avisados.   



Fuentes:

Rees, Laurence: "El Holocausto. Las voces de las víctimas y los verdugos" (2017)

Benz, Wolfang: "El Tercer Reich. 101 preguntas fundamentales" (2009)